La Halley es una base antártica del Reino Unido situada cerca de la costa del Mar de Weddell. Desde su fundación en 1956 se edificaron cinco plataformas y todas sucumbieron bajo el peso de la nieve. Para corregir este imprevisto, la British Antarctic Survey (BAS) organizó un concurso de diseño. Se presentaron 86 propuestas de estudios de todo el mundo, y resultó elegido un modelo futurista de novedosa arquitectura polar.
La estación Halley VI, que fue inaugurada el 28 de febrero pasado. Cada unidad se asienta en unos soportes de altura regulable que finalizan en forma de patines o esquíes para que puedan deslizarse sobre la superficie antártica. Su construcción demandó US$ 45,7 millones.
El equipo de ingenieros empalmó la estación modular, que consta de siete laboratorios de color azul y un bloque central rojo, interconectados por corredores flexibles.
Están acondicionados para soportar vientos habituales de hasta 100 kilómetros por hora y temperaturas que van desde los 30 grados bajo cero hasta los 55 grados bajo cero.
El Halley VI está situado en la zona Brunt Ice Shelf, a unos 1.400 kilómetros del Polo Sur. En su interior se alojarán 70 científicos en verano y un promedio de 16 en invierno.
Están acondicionados con fuentes de energía renovables y emplean los mejores métodos para degradar los desperdicios. El resto de módulos se ubican flanqueando este módulo principal, y están diseñados para adaptarse fácilmente a las cambiantes necesidades de los diferentes programas científicos.