Campo Andino es un pueblo chico, verde y tranquilo del Litoral santafesino al que sólo se accede por caminos rurales.
Tiene apenas 300 habitantes y una escuela primaria a la que concurren unos 60 chicos desde nivel inicial hasta séptimo grado.
Pero Campo Andino esconde un secreto bien guardado que lo transforma en un lugar especial en la zona, ya que se recuesta sobre un sistema de lagunas de agua salada que albergan una variedad de aves increíble y que se vuelve único durante los meses del otoño y el invierno al acoger a miles de flamencos rosados que llegan desde los Andes en busca de comida y temperaturas más amables.
Desde hace cinco años, un grupo de apasionados por el lugar comenzaron a pelear para que las lagunas se conviertan en la reserva provincial ‘Añapiré’, una batalla que ya está casi ganada y que en el camino involucró el trabajo en común de guardafaunas, investigadores universitarios y también de los vecinos del lugar, que de la mano de estos profesionales ‘redescubrieron’ lo que tenían tan cerca y que ya habían naturalizado.