Este fenómeno fue determinante para provocar inundaciones en un territorio que soporta la desaparición de las pasturas, el monocultivo, la falta de regulación de los suelos y la escasez de obras hidráulicas, señalaron especialistas.
Cindy Fernández, del Servicio Meteorológico Nacional, explicó que del 21 al 31 de diciembre último ‘llovió entre 150 y 200 milímetros más de de lo normal en los últimos 30 años, en el sur de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y el norte de Buenos Aires’.
Los valores de las precipitaciones en enero fueron menores pero intensas, según informó la meteoróloga, y aclaró que ‘este miércoles se registraron entre 50 y 70 milímetros en el norte de Santa Fe y Corrientes’.
Si bien las lluvias más escasas se están dando en el centro y norte argentino, la especialista aclaró que ‘hay que tener en cuenta otras oscilaciones intraestacionales como la presión en la Antártida o la temperatura del océano Índico que favoreció, y lo seguirá haciendo hasta el 20 de enero, el ingreso de muchos frentes fríos que son los que introducen las lluvias’.
Con respecto a los incendios en La Pampa y el norte patagónico ‘fueron originados mayormente por tormentas eléctricas, sin descartar posibles factores humanos’, añadió la profesional.