El segundo lago más grande de Bolivia, el Poopó, está en un proceso de desertización en la zona andina del país debido al cambio climático, los fenómenos de El Niño y la Niña y la contaminación minera, afirmaron investigadores y campesinos.
El ingeniero agrónomo Milton Pérez, de la Universidad Técnica de Oruro, y el dirigente campesino Valerio Rojas, afirmaron que durante una inspección realizada el viernes al lugar se ha comprobado que el Poopó hoy ‘es un lago sin vida’.
El Poopó está situado en el departamento andino de Oruro y se considera como el segundo más grande de Bolivia, después del Titicaca, que está compartido con Perú.
‘El monitoreo aplicado al Poopó ha establecido que hoy está casi seco’, afirmó Pérez, que ha investigado el comportamiento del lago.
Según Pérez, se trata de un ecosistema muy frágil, que tiene una profundidad muy baja, de 1,5 a 4 metros, y que ha sufrido la reducción de sus aguas debido a varios fenómenos climáticos.