La deforestación en el sector de las inundaciones provocó mayor subida de las aguas, se prevé una nueva reforestación en la región amazónica toda vez que los bosques se constituyen en un espacio de reconstrucción de vida, según el coordinador del Fondo Nacional de desarrollo forestal (Fonabosque), Óscar Yanque.
El coordinador de esta entidad sostuvo que, en los últimos ocho años, el aumento de la precipitación pluvial va registrando los índices más elevados.
Recordó que en el año 1960 en el sector del oriente boliviano “se registró una elevación de 12 metros, cincuenta años atrás se tuvo que preparar la gente y el espacio para recibir nuevas aguas, sin embargo, ahora por una mala praxis de la naturaleza y la influencia de la deforestación cada año las aguas tienen una crecida”, dijo.
Según informó el profesional se prevé que hasta el año 2100 se ocasioné un mayor desastre. Cerca 1.500 kilómetros cuadrados de espacio fue deforestado por diferentes causas, “en toda Bolivia existen indicios de deforestación por ello, es necesario coadyuvar lo antes posible con medidas de mitigación para que todos estemos preparados”.
En este entendido, el Gobierno Nacional, a través del Plan Nacional de Forestación, prevé una reforestación masiva en diferentes regiones del país, para que la tierra no sea arrastrada cuando se generan precipitaciones pluviales de esta naturaleza.
“La tierra al verse desprotegida cae con mayor facilidad, al encontrarse debilitada es arrastrada a los lechos de los ríos ocasionando un crecimiento del afluente a un 50%, entonces la deforestación no solo en los sectores de la amazonia provocaron mayor inundación”, dijo.
A ello, se suman otras causas que afectaron también y coadyuvaron para que se generen las últimas inundaciones.
Por ello pidió al Gobierno, a través de la Ley 337, estimular la producción y la reforestación del área que fue deforestada, “esperamos que con esta normativa se pueda lograr tener una mayor protección y cuidado a nuestros pulmones”.
