Un juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil le ordenó al Gobierno confiscar propiedades privadas en tierras deforestadas.
Es para los casos en los que se determine que los propietarios son responsables de tala ilegal o incendios forestales.
Se trata de un fallo histórico, emitido el lunes, que también le ordena a los gobiernos federal y estatal, adoptar medidas que bloqueen la regularización. Es un proceso mediante el cual la tierra adquirida ilegalmente se vuelve legal.
El fallo histórico por tierras deforestadas en Brasil
De acuerdo con lo difundido por AP, la expectativa de obtener la regularización fue de los principales impulsores de la deforestación en la Amazonia.
Los acaparadores de tierras talan la tierra con la esperanza de que a la larga se les otorgue el título de propiedad gracias a leyes laxas de tierras o amnistías gubernamentales.

Además, las autoridades deben intentar obtener una “compensación monetaria” por parte de los propietarios de tierras responsables de llevar a cabo destrucción ilegal e intencional, según el fallo del juez Flávio Dino.
El caso se deriva de una petición presentada por el partido Rede Sustentabilidade (Red de Sostenibilidad), con el apoyo de varias organizaciones ambientalistas.
Qué pedían los reclamos
Exige políticas federales y estatales más estrictas para proteger la selva amazónica y los humedales del Pantanal.
Ambas regiones sufrieron devastadores incendios forestales, en su mayoría provocados por seres humanos, desde 2020. La ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, es la fundadora y líder principal de este partido.
“El fallo apuntala los empeños del gobierno brasileño para combatir la deforestación ilegal y los incendios intencionales”, indicó Paulo Busse, abogado del Observatorio del Clima, una red que nuclea a grupos ambientalistas, de la sociedad civil y académicos. Esa organización es uno de los grupos que respaldan la petición.
88 millones de hectáreas de bosques perdió la Amazonía desde 1985

La Amazonía perdió en los últimos 39 años (1985-2023) más de 88 millones de hectáreas de bosques, una superficie casi tan grande como la extensión de Venezuela, según los datos generados por un análisis de Mapbiomas Amazonía, una iniciativa de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG).
De acuerdo a este estudio, realizado mediante la comparación de imágenes de satélites, en casi cuatro décadas la selva amazónica perdió un 12,5 % de la cobertura que tenía en 1985.
Este análisis constató que entre 1985 y 2023, en las áreas donde disminuyó el bosque, el uso de suelos para minería legal e ilegal se expandió en 1.063 %, en agricultura 598 % y en ganadería 298 %.