El atleta y navegante olímpico Erik Heil propuso una idea novedosa para protegerse de las aguas contaminadas en donde competirá en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro el año que viene: usar unos trajes de plástico y quitárselos cuando los veleros se alejen un poco de la costa. Pero parece que eso no va alcanzar.
Heil, quien tiene 26 años, fue tratado en un hospital de Berlín por MRSA, una bacteria que se come la carne poco después de participar en una prueba preolímpica en agosto en Río. Pero su estrategia para evitar infectarse nuevamente no limitaría necesariamente los riesgos.
Una nueva ronda de estudios y análisis realizados indicó la presencia de patógenos incluso en aguas alejadas de la costa, donde desembocan ríos fétidos con aguas residuales y desagües de tormentas.
Esto quiere decir que el peligro no desaparece adentro en la bahía o en la laguna donde se realizarán competencias olímpicas y que los atletas que competirán allí, como los navegantes, correrán riesgos.