La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que sobrevoló las áreas afectadas por la riada de lodo que dejó al menos ocho muertos en el estado de Minas Gerais, anunció una millonaria multa a la minera Samarco, controlada por las multinacionales Vale y BHP.
Rousseff, que sobrevoló este la región en helicóptero, comprobó la situación de devastación en la que se encuentran algunos distritos de la ciudad de Mariana tras el vertido que anegó siete poblados y aseguró que el paisaje ‘hiela el corazón’.
La riada de barro y residuos minerales se produjo el pasado jueves después de que dos diques de la minera Samarco, controlada por la brasileña Vale y la anglo-australiana BHP, se rompieran en una mina situada en jurisdicción de la ciudad de Mariana.
Durante su visita a Governador Valadares, una de las ciudades afectadas por el accidente, la presidenta informó de que el Instituto Brasileño de Medio Ambiente le impuso una multa de 250 millones de reales (unos 66 millones de dólares) a Samarco.
De acuerdo con Rousseff, la sanción pecuniaria fue impuesta por los daños ambientales provocados por la ruptura de los diques y los efectos que el accidente ha tenido sobre la cuenca hidrográfica de la región.