El presidente Michel Temer intentó que en la Reserva Nacional de Cubre y Asociados, en la Amazonía, se permitiese la explotación minera. Pero, la reacción de ambientalistas y de la comunidad internacional fue tan contundente que ha tenido que dar marcha atrás, al menos de momento.
El Gobierno anunció la extinción total del decreto que preveía la apertura de la Renca, situada entre los Estados del Pará y Amapá, para las empresas mineras que buscan en la zona oro, cubre y otros tesoros en la región, que alcanza el tamaño de la Dinamarca. La decisión debe ser publicada este martes en el Diario Oficial, confirmó Afonso Benites desde Brasilia.
A pesar de haberse echado atrás, entre bastidores ya se sabe que el Gobierno no descarta volver a debatir el fin de la reserva en el futuro.
Así ocurrió con la zona protegida de Jamanxim, en el Pará, que podría ser extinta, pero la decisión fue abortada ante la presión general, que incluyó la protesta del modelo Gisele Bündchen, fuerte activista ambiental. Un nuevo proyecto acabó regresando a la Cámara y ahora lleva propuestas aún más agresivas para la Jamanxim.
Por el momento, Temer ha decidido ceder a la presión y poner fin al decreto de la Renca. El decreto ya había sido suspendido por 120 días desde el 1 de septiembre, después del alboroto creado por la medida anunciada el 23 de agosto.
La Renca tiene nueve reservas ambientales e indígenas, que resultarían afectadas si el Gobierno permite la entrada de empresas privadas a la zona. El rechazo fue enorme y a él se sumaron los pueblos indígenas que allí residen, como los Wajãpi. El Gobierno llegó a modificar el decreto para asegurar la protección a estas regiones.