En aguas chilenas existen 68.065 kilómetros cuadrados de montes submarinos de más de mil metros: un área propicia para la vida, donde conviven ballenas, corales, esponjas de mar, peces y tortugas, por nombrar algunas.
Recientemente, la Subsecretaría de Pesca publicó un decreto que materializa la protección de estos sitios y que eleva a 372.565 kilómetros cuadrados la superficie no autorizada para la pesca de arrastre.
Si bien en 2013 la cuestionada Ley de Pesca reconocía la importancia de estos lugares e impedía la pesca de arrastre en el Parque Marino Motu Motiro Hiva y en la isla Sala y Gómez, dejaba a un lado a una larga lista de sitios desconocidos y fuera del mapa, de similar importancia para la biodiversidad marina.
De acuerdo a un mapeo realizado por la Subsecretaría de Pesca, hasta ahora existirían 117 puntos con estas características, de los 14 mil que hay en todo el planeta.