El gobierno de China ha planeado usar drones con parapentes para acabar con la contaminación del aire, que está causando graves daños en varias ciudades del país. Este proyecto es una de las soluciones que se han propuesto para ‘la guerra a la polución’, tal y como ha catalogado el primer ministro chino, Li Keqiang, al conjunto de medidas que ha anunciado que tomarán contra la contaminación.
El proyecto de los drones comenzará a tomar forma a partir de finales de marzo, que será cuando realicen las primeras pruebas en aeropuertos y puertos, según reveló un oficial de aviación que asistió a la Asamblea Popular Nacional, llamado Ma Yongsheng, al diario South China Morning Post. En concreto, se centrarán en reducir el PM2.5, pequeñas partículas contaminantes que son las más nocivas para la salud.
Estos robots aéreos, que han sido construidos por la Industria Corporativa de Aviación de China, pueden incorporar hasta 700 kilogramos de productos químicos capaces de eliminar la contaminación aérea, de manera que esta caería al suelo. Las alas de los parapentes que llevan los drones permiten soportar tres veces más peso que cualquier otra versión de alas arregladas, lo que hace que sean más eficientes y económicas.