China decretó la alerta roja por una impresionante tormenta de arena, la mayor de los últimos 10 años. Sus efectos se sintieron, reduciendo la visibilidad a menos de 50 metros de distancia.
Además, el viento sopló con tanta fuerza que movió las farolas, derribó motocicletas y arrancó varios árboles. El servicio de trenes se interrumpió y varias escuelas suspendieron las clases.
Puede verse muy bien en estas imágenes obtenidas por los satélites Aqcua y Terra de la NASA. La primera imagen fue tomada a las 12.35 pm del 23 de abril y la segunda a las 2.20 pm y puede apreciarse el rápido avance de la tormenta en tan sólo dos horas.
La formación de una tormenta de arena tiene como base el contraste térmico entre la superficie de la Tierra y las capas altas y medias de la atmósfera: se combinan las altas temperaturas que elevan rápidamente el aire y el polvo que está cerca del suelo con corrientes de aire fío.
El principal elemento no es la cantidad de vapor de agua sino las partículas que el viento lleva en suspensión.
Las tormentas de arena son comunes en las zonas desérticas de China y suelen producirse durante la primavera cuando las grandes tormentas se desplazan desde Siberia. En este caso, un gran sistema frontal se desplazó al este a través de Asia, pasando por el desierto de Taklamakán y levantando polvo por delante.
Este desierto es el segundo desierto de arena más grande del mundo con dunas que oscilan entre los 100 y 300 metros de altura.