La ciudad de Shangai ha anunciado que los colegios y las fábricas cerrarán y restringirá el tráfico cuando se alcancen niveles elevados de contaminación, lo que supone un paso más en el desarrollo de su propio sistema de respuesta de emergencia ante el repunte de la polución en las grandes urbes chinas.
Precisamente un día después de que Pekín desestimara tomar unas medidas de calado similar, Shangai ha definido en 300 el nivel de calidad de aire límite para la activación de este procedimiento, que implicará el cierre de colegios, fábricas y obras o construcciones en progreso y la limitación del tráfico de vehículos.
En este punto, la contaminación se sitúa en su segundo mayor grado de gravedad y se considera que representa una amenaza seria para la salud, según Shanghai Daily.
El director adjunto del Comité de Protección Medioambiental de Shangai, Wu Qizhou, ha precisado que cuando la calidad del aire de la ciudad alcance o se prevé que alcance este nivel 2 de contaminación, el gobierno local pondrá en marcha este programa de respuesta.
Shanghai pretende reducir en un 20% la contaminación atmosférica para 2017, visible en la espesa niebla que cubre el cielo de la ciudad y que afecta considerablemente a la salud.
Unos 180.000 vehículos que han sido catalogados de ‘altamente contaminantes’ tendrán prohibida su circulación por el centro de la ciudad a partir de julio del año que viene hasta 2015. Entre otras medidas, el gobierno de Shanghai se ha comprometido a construir 5.000 estaciones para recargar los coches eléctricos, aunque sin precisar los plazos, y promover las energías renovables.