Las topadoras que desmontan el bosque chaqueño avanzan también sobre tierras de familias campesinas, con la amenaza de arrasar incluso con viviendas. Asà lo denunciaron desde la comunidad del Paraje La Fidelidad, en Misión Nueva Pompeya, al norte de Chaco.
AllĂ, seis familias buscan visibilizar que ademĂĄs de destruir arbolado nativo estĂĄn destruyendo sus alambrados, avanzando sobre las parcelas donde crĂan sus animales y pasando peligrosamente cerca de las casas.
âA una de las familias afectadas le dijeron que si no salĂan les tiraban la casa. Desviaron un poquito la mĂĄquina y les tiraron ramas encima. No sabemos de quiĂ©nes son las topadoras, alguna empresa, algĂșn particular con bastante dinero. EstĂĄn poniendo alambres, arrancando el nuestroâ, contĂł desde el lugar Ezequiel Orquera, poblador local y tĂ©cnico en producciĂłn agropecuaria.
âEstas tierras nos pertenecen a nosotros, tenemos los papeles, la documentaciĂłn correspondiente. Estamos desde hace años, algunas familias mĂĄs de cien, ya son hereditarias. Es una posesiĂłn histĂłrica en el lugar, somos comunidades criollasâ, dice Orquera.
El caso ya fue denunciado y visibilizado a travĂ©s de organizaciones ambientalistas como Somos Monte y Greenpeace. âHicimos denuncias hace como tres semanas. A la PolicĂa, al Poder Judicial. La PolicĂa estuvo pero no parĂł el trabajo de las mĂĄquinas. Salieron y volvieronâ.
âEn Chaco en distintas zonas hay desmonte, pero en esta parte es la primera vez. Y no habĂa pasado hasta ahora que avanzaran sobre nuestros terrenos: la usurpaciĂłn y los daños sobre nuestros bienes no habĂa pasado antes. Nadie del gobierno dio ninguna respuesta hasta el momentoâ, lamentĂł Orquera, y contĂł que les destruyeron sus alambrados para colocar otros y cerraron caminos de acceso que usaban las familias. âIntentamos hablar pero nos dicen que es de ellos, que nosotros tenemos que salirâ.
Entre los pobladores afectados hay una pareja de personas mayores y otra con un bebĂ©. Algunas familias perdieron animales, y no pudieron trabajar desde que comenzĂł el arrase del lugar, donde hay plantas nativas como palo santo, que escasea. âNo sabemos mĂĄs que hacer, porque pasan los dĂas y las mĂĄquinas siguen destruyendo un bosque sĂșper rico y bien conservado. Desierto y desolaciĂłn queda. Total desamparoâ, alertaron desde Somos Monte Chaco.
En los Ășltimos ocho meses se deforestaron 10.329 hectĂĄreas en la provincia de Chaco, segĂșn relevĂł Greenpeace, que ademĂĄs denunciĂł que se trata de desmontes ilegales, ya que un fallo judicial los habĂa prohibido en octubre pasado. Tras apelaciones, dilaciones y conflictos de competencias, el gobierno provincial finalmente publicĂł el edicto que establece la prohibiciĂłn de nuevas autorizaciones para cambios de uso de suelo el mes pasado. Pero los reclamos para que se concrete el cese del desmonte siguen.