Convierten más de cien hectáreas de tierra degradada en un mega bosque de vida

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El botánico Hugh Wilson en la década de los ochenta mencionaba la posibilidad de convertir una comunidad local de la península de Banks en Nueva Zelanda en un mega bosque de decenas de hectáreas.

El experto dio la idea de que la aulaga, un arbusto espinoso con flores de color amarillo, sería capaz de brindar la cobertura perfecta para salvaguardar las plántulas nativas sembradas por sí mismas hasta que crecieran lo suficiente para ser autónomas.

Los vecinos de la mencionada comunidad se disgustaron por la propuesta. Veían como algo descabellado la iniciativa y el escepticismo impregnaba la península. Aun así, Wilson no se dio por vencido.

Sorteando cualquier tipo de situaciones, Wilson pudo salir hacia adelante y por más de veinte años tuvo que lidiar con todo tipo de opiniones negativas. Ahora es conocido como un héroe a nivel local.

1500 hectáreas se encuentran resplandecientes como un bosque donde los pájaros y diferentes especies de la fauna local hacen vida en la región. La ubicación geográfica cuenta con una fuente fluvial que consta de 47 cascadas, lo que garantiza la vida animal y vegetal de la zona.

Hugh Wilson le da el mérito a la naturaleza que es muy sabia. También una realidad que no se puede negar, es que la regeneración de las zonas bien puede darse, ya que las cosas que se hacen con cariño pueden tener resultados impresionantes.

El botánico recibió ayuda de mucha gente que quiso revertir los comentarios negativos. Uno de ellos fue los que iniciaron el proyecto ecológico de reforestación que fue gestionado por Maurice White Native Forest Trust, que cuentan con un espacio abierto para el público que quiera acceder libremente a pie.

El proyecto llamado Hinewai ocupa 1250 hectáreas en la esquina sureste de la península Banks de la costa este del sur de la isla. Maurice White Native Forest Trust compró 109 hectáreas en 1987. Luego fue añadiendo otras zonas de tamaños de consideración. Desde 2016 la organización también ha cuidado de 192 hectáreas de la Reserva Purple Peak Curry, tras su compra ese mismo año por la New Zealand Native Forest Restoration Trust.

La estrategia utilizada por el botánico era de interferencia mínima, esto es que se permite la natural sucesión para que sigan su propio curso hacia una cubierta vegetal. Dejando en manos de la naturaleza el futuro de la zona, revirtiendo la deforestación causada por los colonizadores.

Hugh y sus compañeros han eliminado elementos extraños que impedían el restablecimiento de la flora y fauna nativas. Dicho de otra forma tuvieron que mudar especies que afectaran el libre crecimiento de los helechos amarillos o de cualquier otra planta.

La regeneración nativa de las especies tomó tiempo, pero no fue imposible. Esto demuestra que la combinación de iniciativas puede lograr situaciones donde el planeta puede salir ganando.

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