El derrame de petróleo cerca del puerto ruso de Novorossiysk, en el mar Negro, ha afectado una superficie de cerca de 80 kilómetros cuadrados, aseguró el Instituto de Estudios Espaciales de la Academia de Ciencias de Rusia.
“El derrame es mucho más grande que el que fue declarado anteriormente, la superficie contaminada alcanza unos 80 kilómetros cuadrados, según datos de satélite”, dice un comunicado de la institución, citado por la agencia RIA Nóvosti.
Previamente, fuentes locales afirmaron que el área contaminada por el vertido producido el pasado 7 de agosto no superaba los 200 metros cuadrados.
El accidente tuvo lugar cuando el buque cisterna griego Minerva Symphony se abastecía de petróleo en una instalación móvil del Consorcio de Tuberías del Caspio en Novorossiysk.
Las imágenes de satélite analizadas por los expertos rusos corresponden al día del 8 de agosto, al no hacerse públicos datos más recientes.
De acuerdo con ecologistas, la liquidación de las consecuencias del accidente puede demorar hasta dos semanas.
“Creo que la operación puede tardar unas semanas, hasta la primera tormenta, porque si hay tormenta, los barcos ya no podrán operar allí. Pero si no hay tormenta, demorarán entre una o dos semanas”, opinó Vladímir Chuprov, jefe del departamento energético de Greenpeace Rusia.
Chuprov subrayó la dificultad de la evaluación de la magnitud del derrame en una superficie marítima y advirtió de que en caso de malas condiciones climáticas la mancha puede propagarse aún más, afectando tanto el mar, como la atmósfera.
El especialista, citado por la agencia Interfax, afirmó que los derrames de petróleo forman “parte inalienable” del sector petrolero, pero son más peligrosos cuando ocurren en el agua, porque son difíciles de limpiar y “matan la vida” en el mar.