El 22 de marzo es el Día Mundial del Agua, una oportunidad para destacar su importancia en la vida para el desarrollo sostenible de las personas y del ambiente.
Al igual que en muchos otros países, Latinoamérica aún enfrenta desafíos en materia de infraestructura para el acceso de agua y saneamiento, así como también un manejo sostenible de sus cuencas prioritarias, para alcanzar su seguridad hídrica y lograr que el recurso sea verdaderamente accesible y sostenible.
Este año, el lema propuesto por las Naciones Unidas es “Agua para la paz”, y pone el foco en las acciones positivas que tienen lugar entre personas, instituciones y países para que el agua sea no solo un motivo de cooperación e unión, sino fundamentalmente un elemento central al hablar de la salud de las personas y el cuidado del ambiente.
Mirada desde esta perspectiva, el agua puede transformarse en un camino hacia la conciliación, el bienestar y el desarrollo sostenible.
Para que eso suceda, es decir, para tomar acción en la dirección correcta, es importante tener en cuenta lo que los datos muestran con respecto a la problemática del agua: 2200 millones de personas todavía no tienen agua potable gestionada de forma segura, la mitad de la población mundial sufre durante alguna parte del año escasez de agua, lo cual impacta directamente sobre la salud e higiene de las personas, el 70 por ciento de las muertes relacionadas con desastres naturales está representado por desastres vinculados al agua y los impactos del cambio climático y las actividades humanas tienen un efecto directo en la población, las economías y los ecosistemas.
A su vez, también es fundamental que las empresas, los gobiernos y la sociedad civil tomen nota de estas cuestiones para que los esfuerzos para subsanar los riesgos sean colectivos, integrales y duraderos.
Desde las acciones cotidianas que realiza una persona hasta las decisiones que toman las autoridades, todo debe estar guiado por un objetivo común: frente a los conflictos que aparecen en la gestión del recurso, el agua pueda ser un instrumento de paz.
En este sentido, creemos que desde Agua Segura, una empresa abocada a responder a los desafíos que presenta el agua, hacemos nuestro aporte a través de los programas que llevamos a cabo, tales como la conservación y restauración del suelo, para mejorar las condiciones y la funcionalidad de las cuencas, los proyectos de acceso al agua, saneamiento e higiene por medio de tecnologías e infraestructuras, el uso eficiente del agua para impactar positivamente en las comunidades y el ecosistema, la restauración de los ecosistemas acuáticos para aprovechar, proteger y conservar aguas superficiales y el voluntariado, que articula las relaciones entre las empresas, los colaboradores y las comunidades.
A pesar de que el manejo del agua está constantemente atravesado por diversas crisis, el lema de este Día Mundial del Agua 2024 impulsa a seguir apostando por un futuro en el que los acuerdos y las soluciones sean lo que cada vez gane más relevancia.
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