Cada vez más niños nacen bajos de peso debido a los altos niveles de contaminación en todo el mundo. Esa es la conclusión de un estudio sobre la relación entre la contaminación del aire y los recién nacidos.
El trabajo publicado en Environmental Health Perspectives revisó más de 3 millones de nacimientos en nueve países de todo el mundo.
“Estamos hablando de una contaminación de partículas más finas que un cabello, que emiten los autos, algunas calefacciones y plantas generadoras de energía”, dijo Rachel Morello-Frosch, una las autoras del trabajo.
Los niños que nacen bajos de peso tienen más riesgo a morir en el primer año. Si bien la mayoría sobrevive, éstos son más propensos a desarrollar enfermedades de alto riesgo -cardiovasculares y diabetes- al alcanzar la adultez.
A partir de estas cifras estimaron la contaminación a la que pueden estar expuestas las embarazadas en cada región, lo que compararon con los registros de nacimientos, según explicó la especialista de la Universidad de California.
Estudios previos ya han determinado la relación entre la contaminación del aire, las mujeres embarazadas y los riesgos en bebés.
Esta investigación determinó que hay una consistencia en los datos a nivel mundial que apuntan a que la relación entre el peso del recién nacido y la contaminación es directamente proporcional: a más exposición, menor es la media de peso en bebés.