El agujero de la capa de ozono fue descubierto sobre la Antártida a finales de 1970, es un adelgazamiento radical de la capa de ozono causado principalmente por efecto de los clorofluorocarbonos, que en un tiempo fueron utilizados en refrigeradores y aerosoles.
Con el fin de disminuir la incidencia del ser humano, se rubricó en la década de 1980 el Protocolo de Montreal, que es un tratado internacional por el que los 196 países firmantes se comprometieron a limitar la producción de CFC.
El agujero de ozono se encuentra bajo vigilancia continua y según las declaraciones de la Organización Meteorológica Mundial de las Naciones Unidas en octubre se amplió, alcanzando uno de los tamaños más grandes de los que se tienen registros.
El gran tamaño del agujero está relacionado con las temperaturas inusualmente frías que se registraron ese mes en la estratosfera, el nivel de la atmósfera donde se encuentran la capa y el agujero de ozono.
El 2 de octubre, el agujero había alcanzado su mayor tamaño en el transcurso del año, unos 10,9 millones de millas cuadradas, una superficie más grande que el tamaño de Rusia y Canadá juntos.