El bajo caudal del río Iguazú se hace notar en las Cataratas en las últimas semanas. El normal de esta maravilla del mundo es de 1500 m3/s y, hace pocos años, en abril de 2020 llegó a una marca histórica de 289 m3/s.
Según los antecedentes informados en su momento por la Administración de Parques Nacionales (APN), en plena época de la pandemia de COVID-19.
Bajo caudal del río Iguazú: a qué se debe
“Hay quienes dicen que el de esta semana fue el nivel más bajo de la historia del río Iguazú, pero entendemos que no fue así”, aclararon trabajadores de la zona a los medios locales.

“Más allá de los fríos números, lo cierto es que se trata de un espectáculo único, que pocas veces puede verse y que no sabemos cuándo puede volver a ocurrir”, indicaron.
En el mismo sentido, según reportó el sitio Primera Edición, describieron que los visitantes de estos días quedaron “maravillados” porque las Cataratas “muestran otra faceta y eso también está bueno”.
De acuerdo con los reportes, en los próximos días se iría dando un incremento del nivel del río Iguazú como consecuencia de las lluvias que comenzaron aguas arriba.
Ahora, este paisaje muestra las consecuencias de una sequía prolongada en la zona.
Cabe recordar que en junio del 2021 la sequía por falta de lluvias mostró una imagen similar en las Cataratas. En ese momento, el faltante de agua en los ríos obligó a las represas brasileñas a cerrar compuertas para mantener el agua, dejando a los saltos apenas con unos hilos de agua.
En ese entonces se observaban pequeños arroyos y los inmensos muros de piedra que en otras ocasiones cubren casi por completo las aguas del río.
En diciembre, circuito cerrado por elevado caudal

Hace no mucho tiempo atrás, en diciembre, una situación completamente opuesta se daba en la misma zona.
Cerraron por entonces el Circuito Garganta del Diablo en el Parque Nacional Iguazú preventivamente como consecuencia del rápido aumento del caudal del río.
Ocurrió debido a las intensas precipitaciones registradas en la cuenca de aporte, lo que generó un caudal seis veces mayor al normal.
“Como parte de las medidas preventivas, se activó el protocolo de crecientes, que, entre otras medidas, incluye el rebatimiento de las barandas en el balcón Garganta del Diablo y de los últimos 200 metros de la pasarela que lleva al principal atractivo turístico”, habían indicado.
“Estas acciones buscan evitar daños mayores ante la fuerza del agua”, agregaron los especialistas.
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