El fenómeno de la amplificación ártica se refiere a la tasa más rápida de calentamiento en el Ártico con respecto a los lugares más al sur. Este fenómeno se relacionó con un aumento en el número de graves olas de frío experimentado en los últimos años por Europa y América del Norte.
Sin embargo, una nueva investigación del experto de la James Screen desmostró que la amplificación ártica en realidad redujo el riesgo de frío extremo en amplias zonas del hemisferio norte.
El nuevo estudio publicado en Nature Climate Change, cuestiona el creciente temor de que algunas partes de Europa y América del Norte experimenten más episodios de frío extremo en el transcurso de este siglo.
La idea de que existe un vínculo entre la amplificación ártica y las condiciones climáticas extremas se difundió a raiz del severo clima invernal que afectó a amplias zonas de los Estados Unidos en enero de este año, y que originó graves complicaciones en el sistema de transporte, cortes de energía y daños a los cultivos.
En su estudio, Screen examinó los registros climáticos detallados para demostrar que en otoño e invierno la variabilidad de temperatura disminuyó significativamente en la latitud media a alta del hemisferio norte en las últimas décadas.
Halló que ocurrió principalmente porque los vientos del norte y los episodios fríos asociados se están calentando más rápidamente que los vientos del sur y los días cálidos.
‘Los días fríos tienden a ocurrir cuando el viento sopla desde el norte, con lo que el aire del Ártico se desplaza hacia el sur hasta las latitudes medias. Debido a que el aire del Ártico se está calentando tan rápido, estos episodios de frío son ahora menos fríos de lo que eran en el pasado’.
Utilizando la última elaboración de modelos climáticos matemáticos, Screen también demostró que estos cambios continuarán en el futuro, con disminuciones en la variabilidad de la temperatura en todas las estaciones, excepto en verano.