Patricia, considerado el peor huracán de la historia, comenzó a golpear la costa del Pacífico y el territorio de México con vientos de 350 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 380 km/h.
El fenómeno golpeó en los límites entre los estados de Colima y Jalisco, de donde fueron evacuadas 15 mil turistas entre otros miles de personas.
Esa gente fue desplazada hacia ciudades distantes por el temor de que Patricia cause una catástrofe al desplazarse sobre las ciudades.
Patricia impactó en localidades poco pobladas del estado de Jalisco y habría eludido a la turística Puerto Vallarta.