Un óxido de hierro, parecido a los que dan ese color rojizo característico a Marte o al Río Tinto, denominado hematita, tiene una capacidad que puede ser de ayuda para la reducción de la contaminación que se produce por los gases emitidos en tubos de escape y fábricas.
El compuesto es capaz de reducir la presencia de óxidos de nitrógeno, gases liberados al aire por combustiones y que generan en la atmósfera.
Así lo han demostrado investigadores del grupo de Química Inorgánica de la Universidad de Córdoba, en España, que han descrito un proceso que puede ayudar a crear soluciones para este tipo de contaminación atmosférica.
De forma convencional, se suele emplear el óxido de titanio para reducir los efectos de los NOx en la atmósfera. Incluso se comercializan productos comerciales que emplean este compuesto entre sus componentes, aunque su precio es bastante elevado.