Lejos de la imagen convencional de un bosque, el Lago Kaindy, ubicado en las montañas Tian Shan, al sureste de Kazajistán, alberga un fenómeno natural extraordinario: un bosque sumergido cuyos troncos desnudos emergen de aguas turquesas, creando una escena casi sobrenatural.
Este ecosistema es hogar de los abetos de Schrenk (Picea schrenkiana), árboles que han permanecido sumergidos durante más de un siglo, tras la formación del lago por un terremoto que bloqueó un arroyo y creó una presa natural.
La combinación del paisaje acuático y terrestre hace de este lugar una joya geológica única, con un equilibrio entre belleza, misterio y tranquilidad.
Un fenómeno natural que podría desaparecer
A pesar de su espectacular apariencia, el bosque sumergido del Lago Kaindy es una maravilla efímera.
- El agua está deteriorando la estructura de los árboles, acelerando su descomposición.
- El proceso de sedimentación avanza, lo que podría llevar a la reducción gradual del lago.
- El cambio ambiental podría transformar el paisaje, haciendo que esta postal natural desaparezca en los próximos 50 años.
Especialistas destacan la importancia de apreciar este fenómeno mientras aún persiste, ya que su deterioro es inevitable con el tiempo.
Un destino imperdible para los amantes de la naturaleza
El Lago Kaindy sigue siendo un sitio de gran interés para turistas y científicos. Desde su formación, ha cautivado a quienes buscan lugares inusuales, sumergiéndolos en una experiencia visual inolvidable.
“Este lago es un testimonio de cómo la naturaleza puede crear escenarios irrepetibles, pero también de lo efímero de algunos ecosistemas”— señalan expertos de Travel Eurasia.
El bosque sumergido del Lago Kaindy continúa siendo una de las maravillas ocultas del mundo, un recordatorio de la transformación constante de los paisajes naturales.
Foto de portada: Istock / Lukas Bischoff