Los fuertes vientos de hasta 90 kilómetros por hora están haciendo muy difícil que los equipos de extinción controlen el incendio que amenaza aún el Parque Nacional español de Doñana, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y centro de preservación de varias especies protegidas y situado en el sur del país.
Hasta tres focos permanecen todavía avanzando sin que los más de 550 efectivos puedan hacer nada para detenerlos.
Durante unas horas los vecinos y visitantes de la zona de Matalascañas, unas 50.000 personas, quedaron aisladas por el corte de carreteras.
Unas 2.000 personas tuvieron que ser evacuadas el sábado y pasaron la noche en instalaciones municipales.
Las autoridades sospechan que el origen del incendio no fueron causas naturales.