El Ayuntamiento de Valencia activó el episodio 2 del protocolo de alerta contaminación debido a la elevada concentración de partículas en suspensión PM10.
Esta llegó a alcanzar picos de 200 microgramos por metro cúbico y durante toda la semana pasada sobrepasó los 50 de valor diario, el límite que fija la legislación.
Esta, sin embargo, establece que para existir una infracción esa barrera debe sobrepasarse 35 veces en un año, algo que no ha sucedido.
El grado de alerta incluye medidas informativas a centros educativos, hospitales y residencias, pero no la limitación del tráfico.
El Ayuntamiento ha responsabilizado de la situación a la situación atmosférica, pero también a la quema de la paja de arroz.