El Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) ha difundido un primer informe de la actualización del Inventario Nacional de Glaciares, que revela una situación alarmante para los glaciares de la zona de Andes Desérticos, donde se encuentra una parte de San Juan.
De acuerdo con los datos, se estima que para el año 2100, los glaciares de esta región perderán más del 80% de su volumen actual debido al incremento de las temperaturas globales.
El informe, que abarca el Noroeste Argentino y el sector norte de la Provincia de San Juan, incluyendo la cuenca del río Jáchal, también resalta el impacto del cambio climático en el ambiente periglacial de la región.
Un ejemplo concreto de la gravedad de la situación es el Glaciar de Agua Negra, situado a solo 2 km de la ruta 150, en el límite con Chile, el cual ha perdido un 14% de su masa en apenas 10 años. Esta tendencia es alarmante y pone en riesgo la supervivencia de estos ecosistemas únicos y frágiles.
Para tener una visión completa de la provincia de San Juan, es necesario esperar la próxima publicación del informe de actualización de la región de Los Andes Centrales.
El glaciar de Agua Negra: un caso representativo
En la región de los Andes Desérticos, desde el año 2014, el IANIGLA monitorea el glaciar de Agua Negra, que se ha convertido en el glaciar de referencia para esta región de la cordillera.
Este cuerpo de hielo se encuentra en un círculo bien delimitado y casi no tiene cobertura detrítica. Este pequeño glaciar de montaña está ubicado a 2 km de la ruta internacional 150 que une la ciudad de San Juan, en Argentina, con La Serena, en Chile.
En el año 2013, el glaciar de Agua Negra tenía un área de 1,02 kilómetros cuadrados y un largo de 2 kilómetros, con un rango de elevaciones entre 5.250 y 4.750 metros sobre el nivel del mar y una orientación predominante hacia el sureste. Sin embargo, en los últimos 10 años, el Glaciar de Agua Negra se ha reducido aproximadamente un 14%.
El balance de masa anual promedio para el período 2014-2023 fue de 0,75 y el total acumulado es de -6,79. En promedio, la posición de la línea de equilibrio se ubicó a los 5133 msnm, mientras que en algunos años como el 2020 y 2023 estuvo enteramente por encima del límite superior del glaciar, que se encuentra alrededor de los 5250 msnm.
El calentamiento regional y la disminución de las precipitaciones son probablemente las causas, según el informe.
Conclusiones del informe: impacto del cambio climático
La comparación realizada entre los resultados obtenidos en el inventario presentado en el año 2018, realizado mayormente con imágenes satelitales del año 2010, y el actual, elaborado con imágenes predominantemente del año 2020, indica una reducción en el área de 21,75 kilómetros cuadrados en aproximadamente 10 años. Esta disminución está impulsada mayormente por la pérdida de nieve (-23%) y el hielo descubierto de los glaciares (-17%).
Aproximadamente, unos 90 cuerpos de hielo localizados entre los 4.500 y 6.500 msnm, mayormente manchas de nieve, que habían sido identificados en el primer Inventario, no fueron visualizados en las imágenes de base de la presente actualización. Debido al aumento de las temperaturas globales, se estima que para el año 2100 los glaciares en los Andes Desérticos perderán más del 80% de su masa actual.
El ambiente periglacial a lo largo de las regiones de los Andes también se verá afectado por el impacto del cambio climático. Los expertos lo atribuyen al aumento de las temperaturas globales, que ha sido de 1.1ºC desde 1850, lo cual ha impactado directamente en los glaciares, provocando su retroceso y pérdida de volumen generalizado.
En consonancia con el calentamiento global, los glaciares están perdiendo masa rápidamente en todo el mundo. Proyecciones realizadas a nivel global estiman que perderán aproximadamente entre el 18% y el 36% del volumen de hielo (año 2015) para finales del siglo 21.
En el caso de los Andes Desérticos, los análisis presentados previamente indican una disminución en el área de los glaciares descubiertos del 17% y en las manchas de nieve del 23% en los últimos 10 años.
Inventario de glaciares actualizado
El IANIGLA publicó a fines de diciembre los primeros resultados de la actualización del Inventario Nacional de Glaciares. El documento incluye veintidós subcuencas ubicadas en Catamarca, Jujuy, La Rioja, Salta, San Juan y Tucumán.
El gobierno nacional de Milei, a través de la Resolución 142/2024 de la Vicejefatura de Gabinete del Interior, perteneciente a la Jefatura de Gabinete de Ministros, aprobó la primera publicación de la actualización del Inventario Nacional de Glaciares.
Desde la promulgación de la Ley de presupuestos mínimos 26.639, Argentina contó en 2018, por primera vez en su historia, con un Inventario Nacional de Glaciares (ING), que constituye una herramienta esencial para la protección y manejo de los recursos hídricos en estado sólido del país.
Según el artículo 4º de dicha ley, el Inventario Nacional de Glaciares deberá actualizarse con una periodicidad de cinco años, verificando los cambios en la superficie de los cuerpos de hielo y del ambiente periglacial, su estado de avance o retroceso y otros factores que sean relevantes para su conservación.
Cumpliendo con ese objetivo, el IANIGLA acaba de presentar los primeros resultados correspondientes a la región de los Andes Desérticos.
El trabajo fue realizado siguiendo los lineamientos planteados en el Plan de Actualización del Inventario Nacional de Glaciares del IANIGLA y CONICET. La región de los Andes Desérticos contiene 22 subcuencas localizadas en Catamarca, Jujuy, La Rioja, Salta, San Juan y Tucumán.
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