La enorme floración de algas tóxicas que afectó a la costa oeste de Estados Unidos en 2015 pudo deberse a un incremento en la temperatura del agua, según un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
‘Estas oscilaciones climáticas naturales provocan cambios en la temperatura del agua y variaciones en las corrientes oceánicas, entre otros efectos’, explicó Angelicque White, una de las científicas que participaron en el estudio.
Con datos históricos sobre anomalías en la temperatura del mar, la velocidad y la dirección del viento e índices de los dos eventos climáticos, los expertos fueron capaces de predecir una mayor presencia de ácido domoico en los mariscos, explicó White.
Producido por las algas Pseudo-nitzschia, este ácido no solo afecta a los animales que se alimentan de ellas, como las anchoas o los moluscos, sino que a través de ellos pasa al resto de la fauna marina.
También para los humanos es una sustancia nociva: consumir mariscos contaminados con esta toxina puede provocar desde daños gastrointestinales hasta pérdida de memoria.
La alta presencia de las algas tóxicas, que contaminaron peces y mariscos de la costa oeste de Estados Unidos, provocó en 2015 pérdidas estimadas en más de 100 millones de dólares.