Greenpeace sobrevoló y documentó un desmonte que actualmente está realizando la empresa agropecuaria Cresud en la provincia de Salta, en bosques nativos de la región chaqueña, hábitat del yaguareté.
Según un reciente reporte de la organización, la producción ganadera, que se destina principalmente a la exportación, es la principal responsable de la deforestación en Argentina y de poner en peligro la supervivencia de los últimos veinte yaguaretés de la región chaqueña.
“De esta manera, el famoso bife argentino llega a la mesa de los consumidores del mundo a costa de la destrucción de los bosques del Gran Chaco y de la extinción del yaguareté”, sostuvo Hernán Giardini, coordinador de la campaña de bosques.
De acuerdo a la información del informe “El sacrificio de los bosques del Gran Chaco”.la compañía Cresud, que exporta carne vacuna a Europa e Israel, ya lleva desmontadas 120.000 hectáreas, equivalente a 6 veces la ciudad de Buenos Aires.
Cresud es un importante actor agropecuario en América Latina, con negocios en Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay en cultivos, caña de azúcar y ganado, donde posee más de 800.000 hectáreas. Sus principales accionistas y directores son Eduardo Elsztain y Alejandro Elsztain.
Greenpeace pudo rastrear y documentar en su informe que los productos bovinos de Carnes Pampeanas -del grupo Cresud- llegan a los supermercados y mayoristas Lidl y Metro de Alemania, Albert Heijn y Zandbergen Brothers BV de Holanda; y Shufersal de Israel.
La organización advierte que de implementarse el acuerdo Mercosur-Unión Europea crecerá la demanda de carne vacuna argentina, aumentará la ganancia de los frigoríficos exportadores y habrá aún más presión sobre los bosques.
‘La crisis climática y de biodiversidad a la que nos enfrentamos no puede esperar. Exigimos a las empresas de la industria ganadera que adopten una política de Deforestación Cero y la cumplan estrictamente. Destruir bosques es un crimen’, agregó Giardini.
En el reporte, además, se revela quiénes son algunos de los principales actores de la destrucción de bosques nativos en el Gran Chaco argentino, principalmente en las provincias de Chaco, Salta, Santiago del Estero y Formosa.
Según datos oficiales, el país perdió 7,7 millones de hectáreas de bosques entre 1990 y 2017, una superficie similar a Bélgica y Holanda juntas. ‘Cada año en Argentina se destruyen 100.000 hectáreas de bosques por ganadería intensiva, más del doble que por agricultura’, explicó Giardini.
El informe detalla, también, cómo la destrucción y degradación de bosques en la región del Gran Chaco impacta directamente en la desaparición del yaguareté. Hace pocas semanas, la organización ecologista se presentó ante la Corte Suprema de Justicia argentina para reclamar por el reconocimiento de derechos de esta especie.