Se desconoce cómo ha llegado hasta el país oceánico esta especie vegetal, de color rojo y apariencia coralina, que ya ha sido encontrada con anterioridad en China, Tailandia o Papúa Nueva Guinea.
El micólogo de la Universidad James Cook advirtió en un comunicado de la institución educativa de la peligrosidad de la especie “cuya toxina puede ser absorbida a través de la piel” ante la posibilidad de que se haya extendido por la zona tropical australiana.
El Podostroma cornu-damae, cuyo contacto con la epidermis causa dermatitis y si se ingiere puede llegar a derivar en fallos en múltiples órganos o la disfunción de nervio cerebral, ha causado varias muertes en Japón y Corea donde la víctimas añadieron el hongo a un té al confundirlo con otras especies de apariencia similar que se usan en la medicina tradicional.