El cielo nocturno de Sicilia, Italia, se iluminó ante la erupción del volcán Etna, por primera vez en dos años.
Las nubes resplandecieron con una ‘tormenta eléctrica’, cuando un rayo atravesó un cumulo de cenizas.
Ese paisaje se produjo cuando diminutos fragmentos de roca, ceniza y hielo ocasionaron electricidad estática.
El Etna es el volcán activo más alto de Europa, se encuentra 3,329 metros de altura.
En los tiempos modernos, pueblos y aldeas en las faldas del Etna se han protegido con presas de hormigón que desvían los flujos de lava.