La Autoridad de Regulación Nuclear de Japón propondrá desmantelar la central de Monju, que aloja el único reactor rápido del país, al estimar que su operadora no puede garantizar la seguridad de la polémica planta, escenario de varios accidentes.
La NRA presentará esta semana una recomendación al Gobierno para desmantelar la central si en seis meses no se encuentra una entidad diferente de la actual, la Agencia de Energía Atómica de Japón, que garantice una gestión segura.
La actual operadora está ligada al Estado y cuenta con un largo historial de negligencias en Monju.
Aunque la propuesta no es vinculante, pone entre la espada y la pared al Ejecutivo nipón, que difícilmente puede ignorarla en un momento en el que aún pesa el accidente de Fukushima en 2011 y en el que más de la mitad de la población dice estar en contra de su actual plan para reabrir centrales atómicas.