Un equipo internacional de científicos ha utilizado las técnicas de los satélites espaciales para controlar la acidificación del océano.
Se trata de un nuevo enfoque sobre el estudio de los mares, con el que se puede realizar un monitoreo remoto de grandes extensiones de océano inaccesible de los satélites que orbitan a más de 700 kilómetros por encima de la Tierra.
Cada año más de un cuarto de las emisiones mundiales de CO2 de la quema de combustibles fósiles y la producción de cemento son absorbidos por los océanos.
Este proceso genera una mayor acidez en el agua, lo que hace que la vida sea más dura para algunas especies marinas.
El aumento de las emisiones de CO2 y el aumento de la acidez del agua de mar en el próximo siglo tienen, según han explicado los expertos, el potencial de devastar algunos ecosistemas marinos, por eso se considera ‘crucial’ llevar un estudio detallado de estos datos.