De Magistris, ingeniero agrónomo y doctor de Ciencias Biológicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), le dijo que “cerca de 500 especies vegetales, aproximadamente, se encuentran en peligro de extinción en la Argentina y el principal factor que colabora es el avance de la frontera agropecuaria, el uso de semillas transgénicas y la contaminación de agro químicos, porque reducen los lugares naturales en los que circulan las especies”.
El 10 de agosto del año pasado se realizó la primera reunión organizativa con especialistas botánicos y biólogos de todo el país, el IBODA y Ambiente para comenzar la categorización de las especies vasculares del país de acuerdo a su estado de conservación, cuyos resultados preliminares se darán a conocer a fin de este año, según fuentes de Ambiente.
“Hay 10.213 especies en flora nativa en el país, según los últimos datos que relevamos con la Secretaría de Ambiente, y aún estamos trabajando en el listado Rojo de especies vasculares”, indicó a Télam Fernando Zuloaga, titular del IBODA.
Ese listado implica “una instancia superadora” a la ya existente de plantas endémicas (propias del lugar) de la Argentina, porque abarca toda la flora nativa.
Hasta el momento, las únicas especies que se habían logrado catalogar son las 1.744 plantas registradas en la Lista Roja Preliminar de las Plantas Endémicas de la Argentina (PlanEAr) elaborada por la Universidad Nacional del Sur (UNS), creada por una resolución del año 2010.
Con el nuevo listado que está elaborando la secretaría de Ambiente, las categorías en las que se dividirá la flora argentina, según parámetros de la institución global Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), serán: Extintas, en peligro crítico de extinción, en peligro, vulnerable, casi amenazada, preocupación menor, datos insuficientes y no evaluados.
Especialistas consideran el listado de categorización de flora “un gran paso” porque permitirá evaluar los factores que inciden en su deterioro y rever políticas públicas en favor de su conservación.
Realizar un inventario, identificar su territorio, saber si es propiedad privada o estatal y establecer qué posibilidades hay de hacer una reserva (si se cuenta con la concesión del lugar por parte del Estado) o un refugio de vida silvestre, son algunas de las medidas, mencionadas por De Magistris, que apuntarían a la protección de las especies.
Según estudios internacionales, existen 298 mil especies de flora en el mundo y de las 28287 evaluadas, casi la mitad, 13677, se encuentran con algún nivel de peligro.