La carabela portuguesa (Physalia physalis), conocida también como fragata portuguesa, no es una medusa sino una colonia de organismos especializados llamados zooides, que cooperan como un superorganismo para garantizar su supervivencia. Estos zooides desempeñan funciones específicas: flotación, alimentación, reproducción y defensa.
El pneumatóforo, la estructura flotante visible sobre el agua, actúa como vela para desplazarse con el viento. Bajo esta, cuelgan tentáculos que pueden medir hasta 30 metros y están equipados con células urticantes, llamadas cnidocitos, que liberan veneno al contacto.
El veneno de sus tentáculos puede causar intenso dolor, afectar el sistema nervioso, los músculos y, en casos extremos, los centros respiratorios. Aunque raramente fatales para los humanos, sus picaduras pueden provocar lesiones cutáneas graves y reacciones sistémicas.
El grado de severidad depende de factores como la cantidad de toxina liberada, el número de tentáculos en contacto con la piel y la biomasa de la persona afectada.
Avistamientos en las costas del Atlántico Sur
En los últimos días, se reportaron numerosas carabelas portuguesas en playas de Uruguay, y se especula sobre su posible llegada a las costas argentinas. Aunque tradicionalmente habitan en áreas tropicales y subtropicales, cambios en las condiciones meteorológicas y oceanográficas han facilitado su aparición en el Atlántico europeo, el Mediterráneo y el Atlántico Sur.
Estos superorganismos cumplen un rol clave en los ecosistemas marinos al depredar zooplancton, peces pequeños y larvas, contribuyendo al reciclaje de nutrientes. Sin embargo, también pueden generar problemas en la pesca comercial al disminuir las poblaciones de peces de valor económico.
Prevención y recomendaciones
Ante la presencia de carabelas portuguesas, es fundamental:
- Informarse sobre las alertas locales.
- Evitar el ingreso al agua si se detectan en la zona.
- Notificar a las autoridades para tomar medidas rápidas.
“La prevención es nuestra mejor herramienta para disfrutar del mar respetando la biodiversidad”, recalcaron las autoridades locales.
¿Cómo actuar ante el ataque de la carabela portuguesa?
- Lavar la zona afectada con agua salada.
- No usar agua dulce ni vinagre, ya que intensifican el efecto.
- Aplicar calor en la zona para neutralizar el veneno y utilizar cremas con cortisona para aliviar la inflamación.
¿Cómo reconocer una carabela portuguesa en el agua?
A estos organismos se los puede reconocer por su:
- Forma: Su forma es similar a la de un globo y puede medir hasta 30 centímetros de diámetro. Además, se asemeja a un buque de guerra portugués del siglo XVIII.
- Color: la carabela portuguesa es de color azul o púrpura. Además, su flotador también puede ser azul, violeta o rosa.
- Tentáculos: Sus tentáculos pueden medir hasta 50 metros de longitud, las cuales permanecen sumergidos en el agua y contienen cápsulas urticantes.
- Picaduras: Las picaduras de la carabela portuguesa son dolorosas y peligrosas. El veneno de sus tentáculos puede ser potencialmente mortal, por lo cual si se la ve, hay que salir del agua lo más rápido posible.
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