El Bosque Impenetrable se ubica en el Norte de Argentina, y está constituido por una franja de selva pantanosa de una riqueza biológica extraordinaria, que ha sobrevivido a la tala generada por la agricultura, responsable de la destrucción de los bosques a su alrededor.
Una exitosa campaña de recaudación de fondos llevó al Congreso de Argentina, en octubre de 2014, a declarar oficialmente 128.000 hectáreas como el ‘Parque Nacional El Impenetrable’, proporcionando protección a especies en peligro de extinción como el yaguareté, el tatú carreta y el águila coronada.
Sin embargo, se trata de una victoria agridulce para la conservación. La Administración de Parques Nacionales de Argentina aún tiene que ejercer su jurisdicción sobre el territorio, y los científicos advierten que si la falta de acción continúa, los cazadores furtivos entrarán al parque y destruirán esta selva virgen de manera irreparable.