Más de 500 mil personas mueren de forma prematura en Europa todos los años como consecuencia de problemas vinculados a la mala calidad del aire, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, y buena parte se podrían evitar reduciendo la cantidad de vehículos en circulación, especialmente en las ciudades más densamente pobladas.
Una vez las industrias y las plantas de generación energética se han retirado de los núcleos urbanos y se han modernizado la mayoría de las calderas, la gran asignatura pendiente de las ciudades es ahora las cuatro ruedas.
‘Y muy particularmente el vehículo privado puesto que es mucho más difícil regular su uso’, destacó Xavier Querol, especialista del CSIC en el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua, en Barcelona.
‘Todas aquellas ciudades que han emprendido medidas decididas para restringir el tráfico o la circulación de los vehículos más contaminantes han reducido enormemente la presencia de contaminantes en el aire’, agregó el especialista.