La contaminación sónica puede causar efectos negativos en la salud de los seres humanos que van desde dolores de cabeza crónicos, hasta la alteración de la potencia sexual.
Especialistas señalan que la contaminación sónica es un enemigo silencioso que afecta gravemente la salud de los seres humanos.
El director de Fiscalización y Supervisión Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Tomas Filpo, indicó que la contaminación acústica se puede identificar “cuando alguien siente molestia por una conversación fuera de tono, una bocina exorbitante, el ruido de un avión, una explosión, una disco light, el bullicio emitido por enormes cornetas, carros o equipos de sonido, así como por una planta eléctrica”, entre otros.
Se conoció que el sonido se convierte en ruido cuando sobrepasa los 55 decibeles o toma una intensidad que no es tolerada por los órganos sensoriales.
Las investigaciones alrededor del mundo, en especial del Chalmers University of Technology de Suecia, señalan que la contaminación sonora puede causar falta completa o disminución de la capacidad de oír, dolor de cabeza crónico, somnolencia, migraña, estado de estrés permanente, contracturas musculares dolorosas, alteración de la potencia sexual, aceleración o empeoraminero de enfermedades.
Debido a que este tipo de contaminación es básicamente producto de actividades humanas, estudiosos llaman a los ciudadanos a concientizar en sus acciones ya que son perjudiciales no solo para el que hace el daño sino para su entorno.
La Organización Mundial de la Salud, indicó que el límite superior de acústica al aire libre es de 55 decibeles; pero reconoció que en ciudades muy pobladas los niveles oscilan entre 70 y 99 decibeles.