Expertos de la FAO reunidos en Roma instaron a conservar la materia orgánica del suelo, ya que el almacenamiento de carbono en la biomasa ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a mitigar el cambio climático.
El sumidero de dióxido de carbono es el proceso para remover los gases de efecto invernadero de la atmósfera almacenándolos en reservas terrestres y ecosistemas acuáticos.
En una conferencia en la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura con motivo del Año Internacional de los Suelos, el experto de esa agencia Roland Vargas insistió en que ‘los organismos del suelo son vitales para el mantenimiento de la estructura del suelo y el secuestro de carbono’, entre otras funciones.
Valoró que para la próxima Cumbre del Clima de París, prevista para finales de este mes, la comunidad internacional ‘se ha dado cuenta de la importancia que tiene la materia orgánica del suelo’.
Según la FAO, se estima que los suelos son capaces de secuestrar en 25 años más del 10 % de las emisiones de CO2 resultantes de la actividad humana.