“No encontrarás a nadie allí pero es el lugar más frío que hemos encontrado” comentó la NASA en una de sus cuentas oficiales de Facebook. Se trata de una cresta alta en la meseta antártica oriental que llega a temperaturas inferiores a los -90°C y hace casi imposible la vida humana allí.
Según la agencia aeroespacial estadounidense, las mediciones realizadas por el Centro Nacional de Datos sobre la Nieve y el Hielo (NSIDC, por sus siglas en inglés) en base a los datos satelitales, detectaron que en la zona oriental de la Antártida las temperaturas descienden a niveles récord.
Los científicos hicieron el descubrimiento al analizar los mapas de temperatura de la superficie del planeta, elaborados con información de satélites de teledetección como el sensor MODIS del satélite Aqua de la NASA y el sensor TIRS del Landsat 8, un proyecto en conjunto de la NASA con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
En su cuenta de Facebook, el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, realizó un posteo donde hizo eco del área más fría del planeta. “¿Busca el lugar más frío para pasar las fiestas?”, comenzó a modo de chiste, “es una cresta alta en la meseta antártica oriental. ¡En una noche despejada de invierno las temperaturas pueden bajar a 92°C bajo cero!” finalizó el posteo.
A pesar de la broma, este lugar se encuentra inhabitado y sus extremas temperaturas hacen que vivir allí se convierta en una misión casi imposible. Es por ello que los científicos no realizan mediciones terrestres sobre el lugar sino que utilizan las brindadas por los satélites.
Según la información relevada, la cresta alta antártica va desde el domo Argus hasta el domo Fuji y tiene un área similar al tamaño de Australia. Allí los científicos hallaron grupos de bolsas que han descendido a temperaturas mínimas récord docenas de veces.
La temperatura más baja detectada fue de -93,2°C (-136°F), aunque los investigadores creen que la noche y el aire seco alrededor del área, podrían hacer que las temperaturas disminuyan aún más.
Los científicos analizaron durante 32 años los datos procedentes de los instrumentos satelitales que cartografiaron la temperatura de la superficie de la Antártida. Gracias a ello, en 2013, la NASA informó por primera vez el hallazgo de la meseta como el punto más frío del planeta.
El anterior lugar más frío del mundo
El antiguo récord fue de -89.2°C, registrado directamente a nivel del suelo en 1983. Esta temperatura se dió en la entonces estación soviética de Vostok, también ubicada en el área oriental del continente antártico.
A pesar de que la cresta alta en la meseta antártica oriental tuvo una temperatura inferior, muchos científicos no la consideran como la medición más baja récord, ya que se realizó mediante sensores remotos desde un satélite y no con termómetros terrestres, a diferencia del récord de 1983.
La temperatura medida a través de información satelital refleja la de la superficie del hielo, mientras que las lecturas de Vostok midieron el aire sobre el hielo, por lo que las dos no son directamente comparables según los investigadores.
El lugar habitado más frío del planeta
Las temperaturas registradas en la Antártida dificultan que en ella haya una población permanente. Aunque allí se hayan dado los episodios más elevados de frío, hay una región que ostenta el récord de ser el lugar con habitantes con las temperaturas más bajas en todo el mundo.
Se trata de Oymyakon, localizado en Rusia, al este de Siberia oriental. Un pueblo minero donde viven menos de mil personas y se pueden encontrar temperaturas menores a los 50 grados centígrados, e incluso ha llegado al récord de 71,2 grados bajo cero en 1924.
“Lo normal es que en invierno haga -50 ºC. Entre -58º y -64º hay heladas extremas. Cuando hace demasiado frío no se puede hacer deporte en la calle, pero bien abrigado sí se puede estar fuera y pasar tiempo en el bosque, a donde suelen ir a cazar o a cortar leña”, explicó Max, de la oficina de turismo de Oymyakon, al portal ‘Verne’.
Allí, todo se congela y las personas deben permanecer siempre cubiertas y manteniendo sus hogares bien calefaccionados. Cuando las temperaturas están muy bajas los niños solo pueden salir a la calle 20 minutos, pero si la temperatura baja más de 68 grados centígrados tienen prohibido salir.