En la reciente COP28, la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) presentó un informe revelador sobre la sequía global, destacando una “emergencia sin precedentes a escala planetaria”.
La sequía, un fenómeno silencioso pero devastador, se ha convertido en una crisis global que amenaza la vida, la economía y la estabilidad social.
El informe, denominado “Panorama mundial de la sequía 2023”, destaca que pocos eventos provocan más pérdidas de vidas y afectan a tantos sectores como la sequía. Datos alarmantes incluyen el aumento de la frecuencia de sequías en China, la disminución de la producción de soja en Argentina y la extensión masiva de la sequía en Europa. Además, se subraya la preocupante situación en el Cuerno de África, donde millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria grave.
Impacto en agricultura y bosques
La sequía ha afectado significativamente a la agricultura y los bosques, con cultivos dañados, pérdida de tierras de pastoreo y aumento de la pérdida forestal. La región mediterránea enfrenta el doble o triple de pérdidas forestales previstas, mientras el Cuerno de África sufre la peor sequía en 40 años, contribuyendo a la inseguridad alimentaria y altos precios de alimentos.
Condiciones hídricas y sociales
El descenso de los niveles de ríos como el Rin y el Yangtsé ha afectado el transporte fluvial y millones de personas en el sur de China. Además, las sequías han acarreado problemas sociales, como migraciones forzosas y conflictos violentos relacionados con el agua. Se destaca que el 85% de las personas afectadas por la sequía viven en países de renta baja o media.
Remedios y soluciones
El informe resalta medidas cruciales para abordar la sequía, como la restauración de tierras, prácticas agrícolas sostenibles y gestión eficiente del agua. Soluciones basadas en la naturaleza, como la microirrigación y la sustitución de productos animales por alternativas sostenibles, podrían tener un impacto significativo. La cooperación internacional y la justicia ambiental y social son fundamentales para construir la resiliencia global.
La Alianza Internacional para la Resiliencia a la Sequía (IDRA)
En respuesta a esta crisis, la IDRA, lanzada en la COP27, está tomando medidas concretas para impulsar la resiliencia a la sequía a nivel mundial. La incorporación de nuevos miembros, incluyendo a Australia, Colombia, Italia y la Unión de las Comoras, fortalece la alianza, que ahora cuenta con 34 países y 28 entidades.
Llamado a la acción
El informe concluye con una advertencia clara sobre las migraciones forzosas, los conflictos por el agua y la rápida erosión de la base ecológica de la Tierra. Llama a acuerdos globales vinculantes para frenar las rachas de sequía y destaca la necesidad de restaurar, reconstruir y revitalizar los paisajes degradados. El llamado es claro: la intensificación urbana, la planificación familiar activa y la gestión del crecimiento demográfico son esenciales para un desarrollo respetuoso con los límites planetarios.
El mundo ante una encrucijada
En un mundo donde las sequías emergen como una amenaza sin precedentes, la humanidad se encuentra en una encrucijada. Sólo mediante medidas audaces, cooperación global y un compromiso con prácticas sostenibles, podemos enfrentar la sequía y construir un futuro resiliente para las generaciones venideras. La IDRA marca un paso en la dirección correcta, pero se requiere una acción más amplia y decidida para superar esta crisis silenciosa
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