La amenaza de la sequía persiste, y ya no es solo el la perdida de agua que sufre el Estado Dorado, sino también el desgaste económico que las medidas de conservación imponen. Tanto, que un estudio de la Universidad de California determinó que el estado gastará 2.700 millones en combatir la sequía.
El estudio, realizado por el Centro de Ciencias de Manejo Agua de UC Davis y difunido el martes reveló que California perderá un estimado de 1.840 millones de dólares y unos 10.100 empleos en trabajo temporal en 2015, específicamente en trabajos de campo en el Valle Central de California.
Los investigadores también determinaron que 900 millones de dólares serán gastados en agricultura y unos 350 millones dólares en ganadería.