La temperatura ha aumentado un grado centígrado en algunos puntos del Mediterráneo desde 1980, según un informe publicado recientemente por la oficina para el Mediterráneo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN-Med) que reúne las amenazas y los impactos del cambio climático en la biodiversidad marina de este mar.
Además, el documento identifica algunos efectos detectados como el calentamiento del agua, la alteración de la salinidad, la circulación de corrientes y el aumento del nivel del mar. En relación con el aumento de la acidificación de las aguas, ha constatado que puede afectar potencialmente al crecimiento, reproducción y actividad de organismos marinos.
Por todo ello, la asociación ha resaltado que la distribución de las especies nativas está cambiando y algunas, propias de entornos cálidos, han comenzado a colonizar zonas más al norte.
La guía contiene otros casos de estudio como la vulnerabilidad de los lugares de anidamiento de las tortugas marinas ante la subida del nivel del mar, la resistencia de los corales Cladocora caespitosa o el seguimiento de los cambios en la distribución de especies.
‘Las áreas marinas protegidas desempeñan un papel particularmente importante en el análisis de los impactos biológicos del cambio climático’ ha señalado la responsable de proyectos del Centro del Programa Marino de la organización y coordinadora de la publicación, María del Mar Otero.
En este sentido, la guía ofrece herramientas para que los gestores de estas zonas controlen los efectos adversos y ‘si es posible, mitigarlos’ ha señalado Otero.
Además, la organización ha destacado la importancia de esta publicación porque aporta nuevos datos ‘claros y concisos’ sobre los principales efectos del cambio climático sobre la biodiversidad marina del Mediterráneo.