En el Acuerdo de París, aprobado en diciembre de 2015, un total de 195 países se comprometió a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero para mitigar el impacto del cambio climático. Los gobiernos pactaron un objetivo a largo plazo: mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2 ºC sobre los niveles preindustriales, es decir, sobre la temperatura media registrada antes de 1850.
Para la comunidad científica, los 2 ºC son una ‘barrera segura’, ya que sobrepasada esta temperatura ‘el cambio climático podría entrar en una fase de no retorno’.
‘El aumento de las temperaturas no sigue una evolución lineal, sino exponencial, y a partir de un determinado momento se activarían algunos mecanismos que harían que el aumento de las temperaturas se disparara’, explicó el investigador de la Universidad de Valladolid Jaime Nieto.
Para contribuir a este fin, los distintos países presentaron durante la conferencia de París sus Contribuciones Previstas Determinadas a Nivel Nacional, una serie de planes de acción que recogen la cantidad de emisiones que tratará de reducir cada país y las políticas que llevarán a cabo para alcanzar esa meta.