Por falta de un campo magnético, el comportamiento de estas nanopartículas es como si fuera líquido, aunque al momento de acercarle un imán los materiales que contienen las nanopartículas de hierro adquieren propiedades de sólido y suelen ser fácilmente removidos y manipulados”, afirmó el profesor Álvaro Duarte, quien dirige el Grupo de Nuevos Materiales Nano y Supramoleculares del Departamento de Química de la Universidad Nacional de Colombia.
El hierro convertido en nanocubo se vuelve superparamagnético, adquiere propiedades magnéticas, en presencia de un campo magnético. Por eso, es suficiente con acercar un imán para hacer la remoción de los contaminantes que ya están adheridos a las nanopartículas de hierro.
Según el investigador, los materiales a escala nanométrica cambian sus características, de esta manera por ejemplo, el óxido de titanio cuando está a nivel macro es un polvo blanco y se ve a simple vista como si fuera una harina blanca, en cambio, a nivel nano es imperceptible al ojo humano.
“A dicho nivel las partículas se absorben únicamente por medio de la radiación ultravioleta, es por ello se emplean como elemento mayor de los protectores solares”, amplía el profesor Duarte.
El Grupo de Nuevos Materiales Nano y Supramoleculares, del Departamento de Química de la U.N., estudia la posibilidad de que a tamaño nanométrico el hierro tenga efectos catalíticos para que en presencia de luz, es decir, iluminando el agua contaminada, pueda descomponer colorantes orgánicos, por ejemplo.
El investigador afirmó que la obtención de estos nanocubos no es costosa por motivo de que el hierro es uno de los metales más abundantes que hay en la corteza terrestre, y Colombia posee buenos yacimientos de este mineral.