Los niveles de dióxido de carbono (CO2) en una estación de observación global clave son aproximadamente un 26% más altos que en 1970, y las tasas de crecimiento fueron un 18% más altas en 2015-2019 que en los cinco años anteriores.
Así lo pone de manifiesto la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en un nuevo informe sobre el ‘Clima Global 2015-2019’, publicado para conmemorar el 50 aniversario del Día de la Tierra, que se celebra este miércoles 22 de abril en todo el mundo.
Según el documento, en los 50 años transcurridos desde la primera celebración del Día de la Tierra, los signos físicos del cambio climático y los impactos en el planeta se han acelerado, alcanzando un ‘crescendo’ en los últimos cinco años. Y se espera que esta tendencia continúe, según advierte la OMM.
Por ejemplo, los datos preliminares de un subconjunto de sitios de observación de gases de efecto invernadero para 2019 indican que la concentración media global de CO2 está en camino de alcanzar nuevos récords.
Así ha ocurrido con las concentraciones atmosféricas de CO2 en el observatorio Mauna Loa en Hawai, que han registrado niveles récord en lo que va de año, con tasas diarias que incluso han superado el nivel de 415 ppm, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA). Las concentraciones medias anuales de CO2 en 2019 fueron de 411,44 ppm, en comparación con los 325,68 ppm en el primer Día de la Tierra en 1970.
En otra estación de referencia, la de Cape Grim en Tasmania, los niveles promedio de CO2 fueron de 408,3 ppm en febrero de 2020, en comparación con 405,66 ppm en febrero de 2019, según CSIRO. Y en el observatorio de Izaña en Tenerife, las concentraciones de CO2 también son más altas este año que en el mismo periodo de 2019.
Temperatura y consecuencias para la salud
El informe también confirma que 2015-2019 fue el periodo de cinco años más cálido registrado. La temperatura global promedio ha aumentado en 0,86°C desde 1970, y es en la actualidad un 1,1°C más cálida que en la era preindustrial.
De hecho, augura que es probable que se produzca un nuevo registro de temperatura media global en los próximos cinco años (2020-2024), de acuerdo con las predicciones climáticas multimodelo de temperatura cercana a la superficie a partir de los datos recopilados por el Centro Líder de la OMM para la predicción del clima operado por el Met Office Hadley Center.
Las predicciones muestran que es probable que aumente más la temperatura global especialmente en latitudes altas y regiones terrestres, con un calentamiento oceánico más lento, particularmente en el Atlántico norte y el sur del océano.
Asimismo, confirma que 2019 tuvo los mayores valores de contenido de calor del océano registrados en los 700 metros superiores, lo que pone en peligro a la vida marina y los ecosistemas.
El informe también subraya que las olas de calor fueron el “peligro meteorológico” más mortal en el periodo 2015-2019, afectando a todos los continentes y dando como resultado nuevos registros de temperatura en muchos países acompañados de incendios forestales sin precedentes que ocurrieron en particular en Europa, América del Norte, Australia, la selva amazónica y las regiones árticas.
Según los datos y análisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el riesgo general de enfermedad o muerte relacionada con el calor ha aumentado constantemente desde 1980, con alrededor del 30% de la población mundial que ahora vive en condiciones climáticas que generan temperaturas potencialmente mortales al menos 20 días al año.
Además, las fuertes lluvias y las inundaciones asociadas crean condiciones favorables para varios tipos de brotes epidémicos. En los países donde el cólera es endémico, se estima que 1.300 millones de personas están en riesgo, mientras que solo en África, cerca de 40 millones de personas viven en los “puntos críticos” del cólera.
Unidad contra el cambio climático como ante el COVID-19
Si bien el informe indica que el COVID-19 puede resultar en una reducción temporal de las emisiones de gases de efecto invernadero, asegura que “no es un sustituto de una acción climática sostenida”. De hecho, “hará que sea más difícil abordar los peligros relacionados con el clima y el agua, que se están agudizando debido al cambio climático”, apunta la OMM.
En este sentido, el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, afirma que, pese a las consecuencias económicas y de salud que traerá la pandemia de coronavirus, es “la incapacidad para abordar el cambio climático” la que puede “amenazar el bienestar humano, los ecosistemas y las economías durante siglos”.
“Necesitamos aplanar las curvas de pandemia y cambio climático. Necesitamos mostrar la misma determinación y unidad contra el cambio climático que contra el COVID-19. Necesitamos actuar juntos en interés de la salud y el bienestar de la humanidad, no solo durante las próximas semanas y meses, sino también por muchas generaciones por venir”, insta Taalas, que advierte de que “el clima extremo ha aumentado y no desaparecerá debido al coronavirus”.
Según la OMM, es “importante” que los paquetes de estímulo posteriores a la pandemia ayuden a que la economía vuelva a crecer de manera más ecológica, pues recuerda que en las crisis económicas anteriores, a menudo les ha seguido una recuperación asociada con un crecimiento de emisiones mucho mayor que antes de la crisis.