El intendente de General Pueyrredón ha abierto la licitación de tres playas libres de cemento en el sur de Mar del Plata. Además ha permitido obras en un balneario gestionado por una empresa que, según un estudio de la Universidad de Mar del Plata y el Conicet, ha contaminado el agua de un arroyo de uso público.
Al sur de la ciudad de Mar del Plata, lejos del bullicio y libres del cemento, se encuentran las playas de Chapadmalal. Esta zona ha ganado popularidad en los últimos años gracias a la conservación de su fisonomía natural.
La revista Forbes ha destacado un “boom inmobiliario” en Chapadmalal, donde el valor del metro cuadrado oscila entre 70 y 100 dólares. Sin embargo, esta inversión y desarrollo para unos parece traer desventajas significativas para otros.
Los residentes agrupados en la Asamblea Luna Roja advierten que la Municipalidad de General Pueyrredón, bajo la gestión del intendente Guillermo Montenegro (Juntos por el Cambio), ha autorizado el avance de obras privadas en las playas de Chapadmalal sin seguir el debido proceso legal, vulnerando leyes ambientales y alterando la fisonomía del paisaje costero.
Controversias y resoluciones
Se cuestiona además la aprobación de nuevas ordenanzas con pliegos abiertos, conocidos como “indefinidos”, que permiten planificar la explotación de espacios públicos en favor de empresas privadas, quienes proponen las condiciones de su propia explotación comercial. Estas licitaciones incluyen las playas “Paradise”, “Redonda” y “Santa Isabel”.
Lo que más preocupa a los denunciantes es una resolución conjunta entre la Secretaría de Obras y Planeamiento Urbano y el Ente de Turismo municipal, que aprobó el inicio de nuevas obras a cargo de la empresa Rivan SA. Esta compañía gestiona el “Arroyo Lobería”, conocido comercialmente como el balneario “Manantiales Club de Mar”, sin haber cumplido con la revisión de Gestión Ambiental ni tener la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) correspondiente, según los denunciantes.
Un agravante es que el cauce del arroyo Lobería, donde se proyectan las nuevas obras, está contaminado y es perjudicial para la salud humana, según reveló un estudio del Grupo Aguas de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) junto con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
En febrero de 2021, un allanamiento federal comprobó la existencia de seis pozos ilegales en dicho arroyo. Desde entonces, la Municipalidad es responsable de revertir estas “obras clandestinas”, a pesar de que Montenegro intentó evitarlo con una medida cautelar que fue desestimada a finales del año pasado.
Las últimas playas libres de cemento
Desde comienzos de 2025, el Concejo Deliberante del partido de General Pueyrredón ha aprobado al menos tres ordenanzas que permiten avanzar en la licitación de tres playas en la zona de Chapadmalal.
A finales de enero, el jefe comunal anunció la licitación para la concesión por los próximos 20 años de la unidad turística fiscal Playa Dorada, denominada “Paradise”. Semanas más tarde, hizo lo mismo con la licitación de las playas “Santa Isabel” y “Redonda”, todas ellas sin un pliego definido.
Según el Observatorio Ciudadano Paseo Costanero Sur, estas playas son “las últimas del sur marplatense que permanecen libres de edificaciones y explotación privada” y forman parte de la Reserva Forestal Paseo Costanero Sur, por lo que “deberían ser especialmente preservadas por su gran valor ambiental y arqueológico“.
El problema de la erosión costera en el sur de Mar del Plata
La erosión costera ha causado graves daños en la zona sur de Mar del Plata durante más de 30 años. Este problema no solo persiste, sino que se ha acelerado en las últimas dos décadas.
La falta de intervención por parte de las autoridades municipales y provinciales frente a esta situación es preocupante, ya que el deterioro continúa sin parar.
Según informan diversos medios locales la situación comenzó a empeorar hace 20 años, especialmente con la ampliación de la escollera de Quequén y la constante extracción de arena del puerto.
Aunque se logró frenar la erosión en la zona de los acantilados mediante la construcción de rompeolas, la situación en el sur de Mar del Plata nunca volvió a ser atendida. El proyecto original preveía la construcción de siete rompeolas, pero solo se completaron tres, dejando el resto de la zona expuesta.
*Con información de elDiarioAR
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