El pasado mes de mayo ha sido en Europa el más caluroso desde que se tienen registros, ha informado hoy la Organización Mundial de la Meteorología que alertó que el aumento de las temperaturas tiene un efecto devastador en los océanos y un impacto directo en la tormentas tropicales.
En el Día Mundial de los Océanos, la portavoz de la OMM, Clare Nullis, alertó en rueda de prensa de que el aumento de las temperaturas afecta no sólo a la tierra sino también a los mares y por ende a las personas.
“Mayo de 2018 fue el mayo más caliente desde que se tienen registros en Europa. Sentimos el calor en la tierra, pero el océano la siente mucho más, dado que acumula el 90 % del calor excesivo expulsado por los gases de efecto invernadero y absorbe un cuarto del dióxido de carbono que se lanza a la atmósfera”, explicó Nullis.
“El océano actúa como un protector para evitar que haya temperaturas todavía más altas en la atmósfera pero esto tiene un precio”, agregó.
Entre las consecuencias que citó están una reducción de la calidad del agua, que se destruyan corales, o que haya olas de calor marino “que tendrán un impacto directo en las personas que sobreviven de los recursos marinos“.