A fin de conservar 80 especies de plantas mexicanas en peligro de extinción, en el Jardín Botánico del Instituto de Biología (IB) de la UNAM se reproducen in vitro cactáceas, orquídeas y agaves, entre otras familias vegetales.
En el laboratorio que dirige el investigador Víctor Manuel Chávez Ávila se usa una técnica que consiste en cultivar tejidos vegetales, un método biotecnológico que permite producir plantas completas a partir de pequeños fragmentos de tejidos y aún de células individuales. Los cultivos, que van del laboratorio al vivero, incluyen a las familias de cícadas, únicas que fijan nitrógeno atmosférico; las pináceas, que reúnen a pinos y otros árboles de hojas aciculares y canales de resina; también las apiáceas, a la que pertenecen varias plantas medicinales.
En un comunicado de la Universidad Autónoma de México (UNAM), Chávez Ávila señaló que el proyecto del Laboratorio de Cultivo de Tejidos Vegetales conserva germoplasma de especies endémicas, forma alumnos y promueve la educación ambiental. El investigador explicó que el cultivo de tejidos vegetales es una herramienta biotecnológica que permite estudiar, propagar, conservar y hacer propuestas de aprovechamiento sustentable para especies que requiere la humanidad o sólo México.
Indicó que no podemos seguir con el consumo de recursos sin producirlos; y mediante esa técnica se ofrece la posibilidad de cultivar plantas selectas que se requieren como alimentos, medicamentos y usos ornamentales. Abundó que la metodología tiene un gran potencial, “pero en el país no la hemos aprovechado lo suficiente y vamos lento”, al tiempo que indicó que en el Jardín Botánico se busca estudiar y conservar especies de plantas mexicanas, sobre todo las que están en peligro de extinción.
Detalló que el proceso del cultivo de tejidos vegetales implica dividir a un individuo en sus bloques constituyentes y cultivar células, tejidos, órganos y aún plantas completas in vitro; mismas que se establecen asépticamente bajo condiciones controladas de luz, temperatura, humedad, atmósfera, pH, nutrientes y hormonas.
La reproducción de las plantas, explicó, se logra gracias a que las células poseen la capacidad de dar origen a otros tipos celulares; por ello es que trabajan con especies escasas, de las que no tienen semillas, o plantas masculinas o femeninas para su reproducción.
Planteó que los organismos obtenidos in vitro se mantienen en el Jardín Botánico; una vez propagados y mantenidos en el invernadero se integran a las colecciones de exhibición y de investigación o se intercambian con otras instituciones.