México encuentra más de 500 nuevas especies de flora y fauna en los últimos años

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Dos reptiles, un ave y un murciélago conforman la lista de las cuatro nuevas especies de fauna halladas en tres Áreas Naturales Protegidas (ANP) en el estado de Guanajuato.

Los primeros dos fueron localizados en la Sierra de Pénjamo: se trata de la ‘Lagartija de árbol del Pacífico’ (Urosaurus bicarinatus) y la ‘Cordelilla centroamericana’ (Imantodes gemmistratus).

La nueva especie de ave se encuentra viviendo en Sierra de los Agustinos. De acuerdo con los guardabosques Eliot Camacho Morales y Walter Arturo Perea no se había visto a este tipo de ave en la región hasta fechas recientes.

Además, gracias a que un grupo de investigadores examinó a 12 murciélagos en la entrada de una mina abandonada, se logró confirmar que una nueva especie habita en la Cuenca de la Soledad.

Esta breve lista es apenas una pequeña parte del total de descubrimientos que se han realizado en los últimos años en territorio mexicano.

Basta decir que entre 2019 y junio de 2023 la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) logró un avance significativo en el campo de la biología, con la identificación y descripción de aproximadamente 500 nuevas especies.

El listado de nuevas especies está conformado por 384 animales, 71 plantas y 40 tipos de hongos. Estas son algunas de ellas:

Agaves

Tras diversos esfuerzos y proyectos botánicos en México, en 2019 se dio a conocer que se habían descubierto cuatro nuevas especies de agave, dos de ellas dentro de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán.

La rana que recibió el nombre de un científico

Un año después, entre los cañones y ríos de la Sierra Madre Sur, un grupo de investigadores halló una nueva especie de rana arborícola (es decir que pasa la mayor parte de su vida en los árboles).

El pequeño anfibio, de nombre científico Sarcohyla floresi, es bastante particular, pues habita en una zona muy específica de Guerrero. Tras confirmarse que se trataba de una especie no documentada, los biólogos a cargo de las investigaciones decidieron ‘bautizarla’ con el apellido de Óscar Flores Villela, investigador de la UNAM. Esto con el fin de honrar la trayectoria y contribuciones del académico.

Una suculenta

Sedum dormiens es una suculenta rupícola, encontrada por investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) en 2022. Esta planta se encuentra en las partes más altas de la Sierra de Manantlán, en Jalisco.

Ranas más pequeñas que una moneda

El Valle de México es el hogar de múltiples especies, algunas tan pequeñas que no se pueden apreciar a primera vista. Tal es el caso de las seis especies de ranas miniatura, cuyo tamaño no rebasa los 13 milímetros (es decir, son aún más pequeñas que una moneda de 10 pesos).

Su hallazgo se dio luego de que un equipo liderado por la Universidad de Cambridge estudiara casi 500 ejemplares de ranas de todo el mundo (incluyendo México).

Cochinilla gigante de las profundidades

En las profundidades de las aguas marinas del Golfo de México habita una especie de monstruo gigante: se trata de la Bathynomus yucatanensis, cuya apariencia recuerda a la de una cochinilla enorme y amarilla.

Este crustáceo despertó el interés de científicos taiwaneses, japoneses y australianos, quienes compararon al ‘bicho’ marino mexicano con otros crustáceos masivos. Finalmente en un análisis de ADN se confirmó que este era distinto a otros de sus parientes.

Abeja ladrona

Esta abeja (Lestrimelitta niitkib) es nativa de la península de Yucatán y tiene diferencias marcadas con otras de sus compañeras, no solo porque no posee un aguijón, sino porque, a diferencia de las otras, su especialidad es el despojo.

Una investigación liderada por el Dr. Javier Quezada Euán de la Universidad Autónoma de Yucatán reveló el modus operandi de esta especie: ataca para luego robar recursos de colmenas de otros polinizadores.

Una luciérnaga más a la lista

En 2023, investigadores de la UNAM descubrieron una nueva especie de luciérnaga, a la que nombraron: Pyropyga julietafierroae.

Este pequeño insecto brillante tiene un lugar de residencia bastante delimitado: los 700 metros cuadrados del Instituto de Biología. El descubrimiento coloca a México como el segundo país con mayor cantidad de luciérnagas en el mundo.

Vinagrillos

En 2023 un artículo de investigación publicado por Journal of Arachnology confirmó la existencia de tres nuevas especies de vinagrillos gigantes:M. franckei, M. xetame y M. yalchanchak.

La apariencia de estos animales se asemeja bastante a la de otros arácnidos —de hecho, se les conoce también como escorpiones látigos— y se encuentran repartidos en las selvas tropicales de Xilitla y Aquismón, San Luis Potosí; los bosques de pino y roble en Jalisco y algunas regiones de Chiapas.

La planta de los meloncillos

En 2020 la revista científica Phytotaxanombre dio a conocer la identificación de Gonolobus naturalistae, una nueva especie de planta del grupo de los meloncillos que habita en los bosques secos tropicales de Chihuahua y Sinaloa.

Un poco más atrás

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) señaló que entre 2012 hasta 2017, se identificaron 21 especies inéditas de plantas y animales, las cuales se encontraban repartidas en 13 Áreas Naturales Protegidas (ANP) federales.

Del total 10 son invertebrados, 6 son plantas y 2 más son anfibios, también se identificó a un pez, una tipo de bacteria y un hongo.

¿Habrá más descubrimientos de nuevas especies?

Aún queda mucho que explorar y descubrir, así lo asegura Alejandro Zaldívar Riverón, investigador del Instituto de Biología, quien en 2023 dio una entrevista a Gaceta UNAM.

En ella enfatizó que, a pesar del avance que se ha tenido en la identificación de nuevas especies, aún queda una ardua labor. Para ejemplificar basta tomar de referencia la identificación de insectos: en el mundo se han descrito más de un millón de especies, sin embargo, se estima que podrían existir entre cuatro y hasta 60 millones de ellas.

Zaldívar Riverón también explicó que el proceso de descubrimiento y descripción de especies se lleva a cabo principalmente por taxónomos, quienes estudian tanto la morfología de los especímenes como su información genética. Estos descubrimientos luego se publican en revistas científicas.

Y es que, no basta ver un animal distinto para declarar que se trata de una nueva especie, se requiere de tecnología en microscopía electrónica, técnicas de secuenciación masiva de ADN y bioinformática.

Gracias a ello se ha podido ‘rastrear’ parte del árbol genealógico de las especies, con el cual es posible conocer microestructuras en los organismos y secuenciar el genoma completo de una especie.

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